Tarde de sábado, amenaza de lluvia en Buenos Aires (aunque el cielo de las fotos no lo demuestre). Mientras tanto, andábamos a la búsqueda de algún lugar con vistas para tomar un cafecito después del almuerzo.
Empezamos a pensar y a barajar nombres y nos dimos cuenta de que, lamentablemente, la oferta porteña es muy escasa.
Pensando y pensando nos vino a la memoria el Club de Pescadores, en la Costanera Norte frente al Aeroparque.
La sede es monumento histórico nacional, y en su primer piso, muy bien conservado y reacondicionado, el restaurant El Muelle ofrece la vista enorme y abierta del Río de la Plata.
Había poca gente y todos estábamos usando nada más que el servicio de cafetería, a pesar de lo cual la atención fue dispersa y poco eficiente. No sé cómo será el servicio de almuerzo y cena, pero lo bonito del lugar amerita una segunda visita.
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