Impresoras 3D,
¿un electrodoméstico más en la cocina?
En el ámbito de la pastelería ya se utiliza esta novedosa tecnología; en lugar de cargar la máquina con plástico, se utilizan materiales orgánicos y comestibles.
¿un electrodoméstico más en la cocina?
En el ámbito de la pastelería ya se utiliza esta novedosa tecnología; en lugar de cargar la máquina con plástico, se utilizan materiales orgánicos y comestibles.
Andrés Kilstein
La Nación 19-09-2015
Las historias de ciencia ficción son una ventana al futuro. Los artefactos que Julio Verne anticipaba en sus decimonónicas novelas han visto alguna forma de realización en la tecnología del siglo XX. Si hablamos de alimentos, la ciencia ficción los imagina descompuestos para reintegrar sus nutrientes en pastillas, pastas entubadas o pildoras concentradas que al calor toman la forma de un suculento plato.
El presente se está acercando a aquella fantasía de la comida descompuesta y recompuesta, fragmentada y reconstruida. Y la tecnología que permite estas operaciones es la impresora 3D de alimentos, una novedad que ya tiene sus primeros desarrolladores en la Argentina y que, tarde o temprano, se masificará y alcanzará los restaurantes, los bares y los hogares.
Para comprender en qué consiste este dispositivo, hay que partir de la impresora 3D de objetos. Éste artefacto toma un dibujo hecho en la computadora y lo construye en el espacio real: derrite el plástico y por medio de cabezales lo deposita capa por capa con enorme precisión para arrojar como resultado el objeto voluminoso perseguido. La impresora 3D de alimentos funciona igual, pero en lugar de tener al plástico como materia prima, utiliza comida. Por su versatilidad y precisión, aseguran algunos, su arribo a locales gastronómicos es inevitable.