Buscando salir de los tradicionales de maizena y sin complicarme con un santafesino, andaba a la búsqueda de una buena receta de alfajorcitos de manteca, de esos que suelen vender en las confiterías y en las casas de té, de forma chata y masa suave y con el punto justo entre crocante y tierno.
Luego de ensayar varias recetas, me quedo con esta de Cocineros Argentinos:
150 g manteca blanda
100 g azúcar impalpable
ralladura de medio limón
1 cucharadita de esencia de vainilla
3 yemas
250 g harina
pizca de sal
Batir muy bien la manteca, luego agregar el azúcar impalpable, las yemas de a una, el limón, la vainilla y la sal.
Agregar la harina de a poco, incorporando con la espátula de madera. Cuando tiene consistencia suficiente, retirar del bol y terminar de incorporar la harina sobre la mesada, trabajando la masa lo menos posible.
Envolver con papel film y llevar a la heladera durante media hora.
Volcar sobre la mesada apenas enharinada y estirar a una altura de 5mm.
Cortar del tamaño deseado y acomodar en una fuente o en la asadera donde se va a hornear. Llevar otra media hora a la heladera.
Como toda masa de este tipo, es apropiada para guardar en el freezer. Para eso hay que acomodar las tapitas en un taper, con papel separador entre capa y capa.
Pueden hornearse directamente.
Precalentar el horno a 180° C y hornear por siete u ocho minutos aproximadamente (según la potencia de cada horno), hasta que la base empieze a dorarse y la parte superior se conserve blanca.
Unir con dulce de leche y espolvorear con azúcar impalpable.
Otra opción es rellenarlos con mermelada de frambuesa y espolvorear con azúcar impalpable mezclada con un toque de canela.
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