5 de junio de 2018

Quiero lo mismo que ella

Cuando Harry conoció a Sally (When Harry met Sally, Rob Reiner, 1989) es un clásico contemporáneo de Hollywood. Una de amor que muestra la relación entre los protagonistas desde su primera juventud hasta la edad adulta.
Pero también es una de opuestos entre la muy formal Sally y el acomodaticio Harry, quienes no dejan de encontrarse a lo largo de los años hasta volverse amigos inseparables.

Fue una comedia romántica muy exitosa que nos dejó la icónica escena del bar, cuando Harry y Sally discuten sobre si una mujer puede o no fingir sus orgasmos, y que termina con la frase del título de esta entrada.

Toda la historia está muy bien contada e ilustrada en esta vieja nota de Lugares de cine, un blog español que ofrece información para aquellos viajeros que quieran visitar los escenarios de sus películas favoritas.





¿El sándwich “orgásmico” de “Cuando Harry conoció a Sally”? 

El sándwich de pastrami ya era famoso en Nueva York antes de que lo inmortalizaran en “Cuando Harry conoció a Sally”. Su director, Rob Reiner y parte del equipo eran clientes habituales del Katz’s Deli durante la planificación de la película y decidieron rodar una escena en él. Pero después de volver a visionar esta escena varias veces y leer sobre este bocadillo no me queda claro del todo si Sally comió este sándwich. Según comentó uno de sus dueños  con motivo de su 125 aniversario: “Si se hubiera pedido pastrami, no habría tenido que fingir el orgasmo”. 

Si no habéis visto la película y os estáis perdiendo, aviso SPOILER, un pequeño resumen del argumento: Harry y Sally comparten coche para viajar ambos a Nueva York donde van a empezar en la universidad. Harry está saliendo con una amiga de Sally y al principio no se caen muy bien.  En su largo viaje se suceden interminables conversaciones sobre su vida en general. Curiosamente cada cierto tiempo se vuelven a encontrar y finalmente se hacen amigos. En una de esas largas conversaciones, en la que Sally está ofendida porque su amigo haya tenido sexo con una mujer que no le interesaba lo más mínimo, comienzan a discutir sobre si se puede saber si una mujer finge un orgasmo. Él argumenta que fácilmente se daría cuenta y entonces ella decide fingir un orgasmo en la cafetería para demostrarle lo equivocado que está. El resto de comensales están anonadados y al finalizar su escena una de ellos pide comer lo mismo que Sally. Os dejo la escena por si no la recordáis:



Además del bocadillo, también se ha hecho famoso el restaurante, Katz’s Deli, donde lo comieron Meg Ryan y Billy Crystal y en la actualidad tienen señalada la mesa donde se rodó esa escena.



Inaugurado en 1888, este restaurant tiene una larga historia como el mejor restaurante delicatessen (o simplemente delicatessen) de Nueva York. Durante los años de la guerra, cuando tres de los hijos del dueño fueron a combatir al frente, el restaurante se hizo famoso por su eslogan “Send a salami to your boy in the Army” (Envía un salami a tu chico en el ejército).



De aspecto similar a un fiambre pero más grueso, el pastrami hoy es un clásico de la cocina judía que, aseguran, nació en Rumania como medida de conservar las carnes durante más  tiempo. De ahí su nombre: pastrama en rumano significa mantener o preservar. 
El proceso de elaboración consiste en macerar la pieza de carne con especias como ajo, pimienta negra, páprika o albahaca y finalmente se procede al ahumado.
Como la religión judía prohíbe el consumo de cerdo, este fiambre comenzó a prepararse con carne vacuna. Con la ola de inmigración europea a Estados Unidos a fines del siglo XIX, los judíos se instalaron en Nueva York y allí, a través de los delis (esos locales de delicatessen, mezcla de cafetería con restaurante y almacén), conoció la popularidad.
ACTUALIZACIÓN: Si decidís probarlo, dos consejos muy importantes: llevar dinero, no cobran con tarjeta y por otro lado, no os hagáis los valientes. Parece menos pequeño de lo que es y se os puede hacer muy cuesta arriba acabarlo, lleva mucha carne. Mejor si lo compartís, si no podéis acabar muy llenos. [...]



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