Junto a la Oda al caldillo de congrio, una de las más famosas y mencionada en una entrada anterior, encontramos la Oda a la alcachofa, Oda al aire, Oda a la flor azul, Oda al cobre, Oda a la claridad...
En este libro y los siguientes libros de odas, Neruda se dedica a todas las cosas, concretas y abstractas, del día a día de la gente común.
Aquellos interesados en saber más sobre este momento de la obra nerudiana , no perderse el artículo de otro gran escritor latinoamericano, el nicaragüense Sergio Ramírez, en la Biblioteca Cervantes Virtual.
La calle
se llenó de tomates, mediodía,
verano,
la luz
se parte
en dos
mitades
de tomate,
corre
por las
calles
En diciembre
se desata
el tomate,
invade
las cocinas,
entra por
los almuerzos,
se sienta
reposado
en los
aparadores,
entre los
vasos,
las
mantequilleras,
los saleros
azules.
Tiene
luz propia,
majestad
benigna.
Debemos, por
desgracia,
asesinarlo:
se hunde
el cuchillo
en su pulpa
viviente,
es una roja
víscera,
un sol
fresco,
profundo,
inagotable,
llena las
ensaladas
de Chile,
se casa
alegremente
con la clara
cebolla,
y para
celebrarlo
se deja
caer
aceite,
hijo
esencial del
olivo,
sobre sus
hemisferios entreabiertos,
agrega
la pimienta
su
fragancia,
la sal su
magnetismo:
son las
bodas
del día,
el perejil
levanta
banderines,
las papas
hierven
vigorosamente,
el asado
golpea
con su aroma
en la
puerta,
es hora!
vamos!
y sobre
la mesa, en
la cintura
del verano,
el tomate,
astro de
tierra,
estrella
repetida
y fecunda,
nos muestra
sus
circunvoluciones,
sus canales,
la insigne
plenitud
y la
abundancia
sin hueso,
sin coraza,
sin escamas
ni espinas,
nos entrega
el regalo
de su color fogoso
y la
totalidad de su frescura.
En esta oda, Neruda dice:
llena las ensaladas
de Chile,
se casa alegremente
con la clara cebolla,
Se refiere a la ensalada chilena, la más tradicional en ese país: cebolla cortada pluma y tomate pelado en rodajas, puede ir acompañada con cilantro y ajíes picantes y se la suele servir como acompañante de muchos platos (como el delicioso pastel de choclo)
Para finalizar, una animación con la voz del uruguayo Jorge Drexler y su versión del poema.
Lindísimo, Sandra!
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