5 de agosto de 2017

Los frutos del aire

En una entrada anterior comenté el libro Los frutos del apetito, de Cófreces y Mileo, donde los autores reúnen textos propios (los poemas) y ajenos (los fragmentos y citas) relacionados con la comida.

Aquí va una deliciosa selección de Los frutos del aire, el capítulo dedicado al pan. Son varios, así que hay que arremangarse dispuesto a dedicarles tiempo, como toda buena masa de levadura exige.

Nada más apropiado que hacerlo hoy cuando en la Argentina se celebra el Día del Panadero.


El milagro del pan

La masa está tibia
el fermento cundió la pasta
y levó aroma y volumen
en un falso reposo.
¡Oh! espíritu eléctrico
de la levadura
en brío de harina y agua.
¡oh! pastón nervioso
de engrudo y cuerpo de Cristo.
¡Oh! tránsito del milagro
que ronda
el infierno que cocerá.
Bendición de la magia
crocante
nutriente del trigo
sagrado pan
te hornearé.

El pan, alimento esencial, se ha convertido en el símbolo del alimento por excelencia. Uno se gana el pan, pero también puede dejarse quitar el pan de la boca.digno del mayor respeto y portador de una realidad sagrada, ya que es la gracia de Dios quien lo concede (“El pan nuestro de cada día dánosle hoy”), el pan recibe en nuestros días, entre los campesinos tradicionales, la señal de la cruz antes de ser cortado. El pan puesto al revés sigue siendo señal de mala suerte, pero en un principio –mucho antes del cristianismo- fue una ofrenda a los muertos, aunque se hiciera en forma inadvertida; presentado con la cara vuelta hacia las potencias de las profundidades, las atraían, porque en el infierno no se come.

Maguelonne Toussaint-Samat
El aceite, el pan y el vino. Historia natural y moral de los alimentos
Alianza, Madrid, 1991

“Hay cierto pan que tiene más médula que corteza.” (Oliverio Girondo)



En la  panadería

Amanece.
El rumor del día crece con los pájaros.
No hay un alma en la calle.
Los postes de alumbrado
son vigías inmóviles.
El hombre que camina
escucha sus pasos
como un eco de sus propios recuerdos.
Comienzan las ventanas
a despertar.
Abre sus puertas
la panadería.
el aroma del pan recién horneado
se lleva por un rato
la tristeza.

Me hallaba en mi habitación y oía distintamente sonar las seis en un reloj contiguo; el día era bastante claro y comenzaban las gentes, arriba, abajo, a invadir la escalera. Al lado de la puerta de mi habitación, tapizada con los viejos números del periódico La Mañana podía leer claramente una advertencia de Inspección de Faros y un anuncio a grandes letras en el que el panadero Fabián Alsen ofrecía amablemente su pan tierno y reciente.

Knut Hamrun
Hambre
Porrúa, México, 1983

“No hay pan más eterno que el que horneaba mi abuela, de madrugada en Bahía de los cochinos.” (Nicolás Guillén)


Galletas marineras

Ese círculo crocante
que una mano parte
en pedazos o astillas.
Ese mordisco tenaz que exige
rigor en la dentadura.
Cruje el bocado con la resonancia
de dientes que se parten.
Trigo o maíz reseco
suenan como madera
o piedra masticada.
En la dureza está el encanto
de poder con ellas;
en cubiertas de chalupas
plagadas de trasmallos,
con resabios de salitre de ultramar
o en el comedor del fondo
de aquella vieja casa
donde vivíamos
cuando teníamos muelas.

Y me fue difícil reconocer la pasta esponjosa y sabrosa que había tenido antes a mi lado a la hora del ti, en la terraza de Balbec, en aquella galleta normanda, dura como la piedra, a la que en vano hubieran intentado los fieles clavar el diente.
Marcel Proust
Sodoma y Gomorra, En busca del tiempo perdido
Alianza, Madrid, 1981

“Podría rehusar cualquier alimento, pero no me pidan que deje las galletas. Esta panza que ven no lo soportaría.” (Diego Rivera)



Refranero

Al pan pan y al vino vino.
Pan con pan comida de tontos.
Pan para hoy, hambre para mañana.
A buen hambre no hay pan duro.

Pan en los dichos de abuela
en la bolsa y a la mesa.
Flauta de cortar
con la mano
de costra morocha
al gusto de padre.
Pan con manteca.
Pan de puchar.
Pan de madrugada
con panadero de carro a caballo.
Pan de recuerdo.
Pan en los dichos que repiten:
Dánosle hoy.

Carecen de muchas cosas, pero al menos no les falta el pan. en la aldea cada familia se hornea el propio, de trigo o de maíz, y aunque no abunde nadie lo mezquina. al transitar las callejuelas de mañana, es común oler el aroma de pan recién hecho que proviene de las chimeneas a cada cual más torcida. Los niños lo van comiendo, aún caliente, camino a la escuela.

Robert Cunningham Graham
Relatos
Peuser, 1955

“Como el pan a la boca, como el agua a la tierra, ojalá yo te sirva para algo.” (Juan Gelman)



Motivos de dicha
Pan:
no digas nunca que un dios
te hizo su cuerpo.
Di que alimentaste
a verdugos y víctimas
y a los que no fueron uno
ni lo otro.
Di que mañana
volverá a amanecer
y serán tu perfume
tu color y tu cuerpo
motivos de dicha.

Yo quería hacer un budín esponjoso. No quería hacer galletitas porque les falta la tercera dimensión. Uno come galletitas y parece que les faltara alguna cosa, por eso se comen sin parar. Las galletitas parecen hechas con pan rallado o reconstituído.Los únicos que saben comer galletitas como corresponde son los perros: las cazan en el aire, las destrozan con un ruido fuerte y ya las tragaron en un suspiro, levantando un poco la cabeza.

Hebe Uhart
“El budín esponjoso”, Relatos reunidos
Alfaguara, 2010

“El alimento de mi espíritu soporta naufragios, pero no olvidéis cargar farináceas a bordo.” (Almirante Guillermo Brown)´

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