La once

La once, así en femenino, es el high-tea al estilo chileno.

Mezcla de merienda y cena, muchos la definen pero no todos coinciden. Se lo he preguntado a varios chilenos, en diferentes ocasiones y circunstancias, y me han dado distintas explicaciones para esta institución hogareña que básicamente es una merienda tardía y suculenta.

Según el diccionario de la Real Academia Española hacer, o tomar, las once significa "Tomar un refrigerio ligero entre las once y las doce de la mañana, o a diferentes horas de la tarde, según los países."

Algunos relacionan el origen del nombre con el descanso permitido, alrededor del mediodía, en las largas jornadas de trabajo que empezaban a la madrugada y terminaban por la tarde, para ingerir algún alimento que solía ser acompañado  por un trago de aguardiente a modo de reconstituyente.

Otros dicen que es un argot que usaban los maridos para escaparse al bar con los amigos, ya que ir a tomar la once se referiría a las once letras de la palabra aguardiente.

En esta ocasión es el nombre de una película documental de Maite Alberdi (2014) quien a lo largo de varios años ha filmado los encuentros de su abuela con sus amigas de toda la vida.
Un grupo de mujeres que se conocen desde niñas, cuando empezaron la escuela en 1944, y que infaltablemente se reúnen mes a mes desde que terminaron el colegio secundario.

La película es muy íntima, nada más que primeros planos de ellas y de la comida y con la charla como protagonista. 
Hablan de las costumbres de antes y de las de ahora, de los amores y desamores, de los miedos, las alegrías, las pérdidas...
Dura poco más de una hora, pero durante todo ese tiempo se muestra la magia del ambiente de una reunión de amigas. Esas reuniones tan maravillosas que sólo nos reclaman un poco de nuestro tiempo. Y a pesar de que es tan poco lo que se pide, muchas veces no nos regalamos  ese tiempo, confundidas por los falsos apuros de la vida cotidiana.