Invierno porteño

Una visita inesperada a la ciudad de 
Buenos Aires.

Una tarde de invierno, fría y soleada, 
con una recorrida por algunos lugares emblemáticos de la zona sur.

Toda una experiencia, 
en buena compañía 
y con música para ambientarla.

¿Qué más se puede pedir?





 1) Almuerzo: Miramar

Ya en una entrada anterior  hablé de éste, uno de los bodegones más tradicionales de la ciudad en la esquina de San Juan y Sarandí, en el barrio de San Cristóbal.
Inaugurado en 1950, fue durante muchos años un emprendimiento familiar dedicado a la cocina española. Hoy, con nuevos dueños,  la carta incluye pastas y algunas modernidades, pero conserva muchos clásicos de bodegón como las ranas, caracoles o el guiso de rabo de toro.

El lugar es completamente distinto a la luz del día, con sus grandes ventanales y mucha gente alargando la sobremesa, como si estuvieran en casa tras un almuerzo de domingo.
Esta vez, además de la gloriosa tortilla a la española, fuimos a por la tabla de quesos y unos ajíes en aceite del mostrador de los entrantes, todo regado con un Nicasia-Red Blend que le hizo muy buena compañía, a pesar de su modestia (Una particularidad del Miramar es su extensa carta de vinos que arranca con etiquetas con precios de cinco dígitos. Una experiencia que seguramente no tendré nunca).

2) Paseo: Mary Tapia en el Museo Nacional del Traje

https://museodeltraje.cultura.gob.ar/actividad/intima-mary-tapia-la-nueva-muestra-del-museo-del-traje/

En Chile 832, está el Museo Nacional de la Historia del Traje. Una vieja casa restaurada alberga su colección de 9000 objetos que, lamentablemente, están guardados. Un museo sin muestra permanente, atendido por dos guardias y nadie más a la vista.
Lo único que puede visitarse es la muestra temporal dedicada a Mary Tapia, aquella mujer que prefería definirse como costurera y no como diseñadora y, sobre todo, la que supo apreciar la belleza de los textiles tradicionales y usarlos y redimensionarlos en nuevas prendas de vestir.

La muestra cubre unos treinta años de su trabajo e incluye prendas, objetos personales, fotografías y una muestra-homenaje de accesorios inspirados en su obra. 
Imperdible, aunque debería tener más información y un catálogo. Pero parece que el Museo del Traje no es prioridad para el Ministerio de Cultura.

     


3) Merienda: El Federal

https://turismo.buenosaires.gob.ar/es/gastronomico/bar-el-federal

En Carlos Calvo 599, esquina con Defensa, en el barrio de San Telmo y muy cerca del mercado, está el que se reclama como el bar en funcionamiento más antiguo de la ciudad, y así se presenta en la página web Los Notables: 

HISTORIA

Inició sus días como pulpería, fue almacén de ultramarinos, alojó un prostíbulo y un almacén con despacho de bebidas. Fue testigo de la transformación de la ciudad, la epidemia de la fiebre amarilla y la tragedia de un femicidio, además de haber servido como escenario para clásicos del cine argentino. En el nuevo siglo se consagró como el Café Bar más simbólico de San Telmo, emblema de identidad porteña y pieza arquitectónica esencial de Buenos Aires de más de 150 años de vida. La barra de madera con arco en alzada, los mosaicos calcáreos originales, la antigua máquina registradora, las chapas enlozadas y los avisos publicitarios del siglo pasado forman parte de su colección de piezas únicas.

Este rincón del viejo Buenos Aires está inmortalizado con la colección de postales con motivo de su sesquicentenario (2014), con el diseño de BairesBaires. Y también con esta ilustración de Pilar Sahagún. 

Todo está en el sitio web que comparte con otros notables: Bar de Cao, Celta Bar, Café Margot y Café La Poesía.
El lugar es notoriamente viejo, pero nada decrépito. Entre el mobiliario se destaca una hermosa barra con una compleja instalación para tirar cerveza (es de producción propia y tiene fama de ser muy buena).
El ambiente es agradable y muy relajado, los mozos amables y la carta muy amplia. Para volver a por una cena. Hoy apenas tocó strudel, té con leche y café.