A Gonzalo Rojas
Esto se ha
vuelto un poema largo,
un amor
largo:
como hay
que decir en la poesía de hoy,
me harta la
poesía de hoy,
ojalá fuera
de ayer o de mañana,
nombrar el
mundo bautizado
es más
triste que la tristeza, sin embargo
ella
marchita al duelo cuando entra
al
supermercado Wal-Mart y ve camarones en una bandeja
contra los
rojos de la carne, crudos,
baratos,
treinta pesos, y ve
su fino
gris, los compra
y en la
cocina de la casa, en sus aires que merecen una felicitación y
el séquito
del café lava un mundo
donde el
reloj ni piensa en catástrofe,
ella se
sentó, los peló, los marinó
en soya,
ajo, salsa de ostras, unos chiles antiguos,
los dejó
navegar hacia una playa
en la que Judas
nunca pudo entrar,
les puso un
rebozo blanco con
los
reclamos del huevo y de la sal, y
los frió
mientras olvidaba
cigarrillos
prendidos en una teoría política.
Así
recuerda que me ama.
Las frutas
del mar viven oscuras
en su
extinguida eternidad.
Juan Gelman
(Buenos Aires, 1930 -México, 2014)
(Buenos Aires, 1930 -México, 2014)
País que fue será
(Ciudad de México 2001-2004)
No hay comentarios:
Publicar un comentario