Oda al caldillo de congrio

En el mar

tormentoso

de Chile

vive el rosado congrio,

gigante anguila

de nevada carne.

Y en las ollas

chilenas,

en la costa,

nació el caldillo

grávido y suculento,

provechoso.

Lleven a la cocina

el congrio desollado,

su piel manchada cede

como un guante

y al descubierto queda

entonces

el racimo del mar,

el congrio tierno

reluce

ya desnudo,

preparado

para nuestro apetito.

Ahora

recoges

ajos,

acaricia primero

ese marfil

precioso,

huele

su fragancia iracunda,

entonces

deja el ajo picado

caer con la cebolla

y el tomate

hasta que la cebolla

tenga color de oro.

Mientras tanto

se cuecen

con el vapor

los regios

camarones marinos

y cuando ya llegaron

a su punto,

cuando cuajó el sabor

en una salsa

formada por el jugo

del océano

y por el agua clara

que desprendió la luz de la cebolla,

entonces

que entre el congrio

y se sumerja en gloria,

que en la olla

se aceite,

se contraiga y se impregne.

Ya sólo es necesario

dejar en el manjar

caer la crema

como una rosa espesa,

y al fuego

lentamente

entregar el tesoro

hasta que en el caldillo

se calienten

las esencias de Chile,

y a la mesa

lleguen recién casados

los sabores

del mar y de la tierra

para que en ese plato

tú conozcas el cielo.

¿Qué ves cuándo me ves?

Hoy en día las aplicaciones nos hacen la vida más fácil a los viajeros. Reservas hoteleras, pasajes, entradas a museos, restaurantes, todo está en la web, en redes sociales, en sitios que nos ofrecen información brindada por pares, o sea otros viajeros. Perfectos desconocidos en quienes confiamos (casi) ciegamente.

Siempre que leo esas críticas dudo de ellas. ¿Quién es, cómo es la persona que está detrás?¿Es un maniático de la limpieza al cual todo hotel le parecerá sucio? ¿Es un paladar básico a quien todo le parece delicioso? ¿Es alguien que no distingue un cuadrado de un círculo y el museo le pareció aburrido?

Para sumar dudas, Gastronomía & Cía, el suplemento del diario República, me regala con esta nota:

Anónimas extraordinarias

Anónimas Extraordinarias es una serie de 26 relatos de colombianas que, a partir de un hecho relevante en sus vidas, han logrado superarlo transformándose a sí mismas. Su fuerza y liderazgo han generado cambios y han sido inspiración para miembros de diversas comunidades. [...]. Son mujeres que trabajan desde el anonimato. Se trata de mujeres urbanas, campesinas, afrocolombianas, mestizas, indígenas, analfabetas o profesionales, que lucharon contra la adversidad para lograr sus sueños y cambiaron dramáticas realidades en utopías posibles. Se trata de 26 mujeres extraordinarias que relatan historias inspiradoras por medio de sus propias voces, y que permiten reconocer los desafíos, problemáticas y pensamiento de la mujer colombiana de hoy, y que, con el aporte creativo y mirada plástica de una fotógrafa, nutrirá con expresivas imágenes fijas la narración audiovisual y conducirá al televidente a interesarse por conocer más de estos perfiles audiovisuales a través de la web, que ofrece una historia más completa de cada mujer y con más puntos de vista a través del video, la fotografía y el texto. 

Tal como las presenta la serie en Señal Colombia se trata de mujeres comunes, con historias de vida como las de tantas mujeres de América. 

Su impulso personal, su sentido de la vida, la cercanía de otros que ayudan a empujar, son su fuerza y energía. 

Hoy en el blog rescato aquellas historias que tienen que ver con la comida y los alimentos, pero cada una de ellas es valiosa y aquí está la lista completa de toda la serie. Son apenas unos minutos por cada vídeo y realmente valen la pena.

Picasso

Mini cakes,
por Ettore Cioccia

“La pastelería es como un arte. Puedes seguir la fórmula, segura de que no falla, donde las medidas son exactas y los ingredientes invariables. O puede ser una aventura, si el pastelero se toma una licencia creativa y agrega un sabor completamente nuevo, una especia innovadora o reemplaza un ingrediente clave con otro sorprendente. El enfoque creativo puede llevar al mayor fracaso o puede resultar una obra maestra de autor, una delicia de la pastelería, un Picasso.”

Así empieza “La repostera del crimen” ("Murder, she baked a chocolate chip cookie mistery", Mark Jean, 2015), la primera de una serie de películas para televisión en las que la dueña de una pastelería resuelve crímenes en su pequeño pueblo.

Sugerencia

O2, San Pedro de Atacama, Chile (enero 2018)