
Son tortas húmedas, de miga compacta y oscura. Llevan zanahorias ralladas o cocidas, están aromatizadas con especias y cubiertas con un glaseado cremoso (frost) como el de la foto.
Miré varias recetas y, como ninguna me gustaba, ensayé la mía propia. Es una versión sencilla, fácil de preparar y muy sustanciosa. A mí me gusta hacerla en una fuente y cortarla en cuadraditos que después envuelvo y guardo en el congelador para cuando sea la ocasión. Son ideales para llevar a la escuela o el trabajo.