11 de octubre de 2015

Distintas maneras de nombrar al laurel

Dice el Diccionario de la Real Academia Española, en su sitio online:
“laurel.
(Del prov. laurier).
1. m. Árbol siempre verde, de la familia de las Lauráceas, que crece hasta seis o siete metros de altura, con tronco liso, ramas levantadas, hojas coriáceas, persistentes, aromáticas, pecioladas, oblongas, lampiñas, de color verde oscuro, lustrosas por el haz y pálidas por el envés; flores de color blanco verdoso, pequeñas, en grupillos axilares, y fruto en baya ovoidea y negruzca. Las hojas son muy usadas para condimento, y entran en algunas preparaciones farmacéuticas, igual que los frutos.
2. m. Corona, triunfo, premio.”



Y el Larousse Gastronomique en Español (Barcelona, Laurosse, 2011) dice:
“LAUREL   LAURIER
Arbusto de la región mediterránea, de la familia de las lauráceas, cuyas hojas perennes de flaveur picante y amarga se emplean como aromatizador. Esta planta es el laurel noble o laurel de Apolo que coronaba en la Antigüedad grecorromana a los poetas y a los generales vencedores.
El laurel es uno de los aromatizantes más corrientes y el ramillete de hierbas aromáticas siempre incluye una hoja. Frescas o secas, enteras o troceadas, estas hojas realzan civets, caldos cortos, patés, ragús y terrinas. El laurel es un aromatizante fuerte, que puede dominar por encima de los demás sabores de la receta.
El laurel no debe confundirse con otras dos plantas muy tóxicas, que se distinguen de él por el tamaño de sus hojas: el laurel cerezo y el laurel de flor o adelfa.

Y también dice el poeta Armando Tejada Gómez:
Si lo verde tuviera otro nombre
Debería llamarse rocío
Si pudiera crecer desde el agua al laurel
Volvería a la infancia del río

En lo verde laurel de tus ojos
El misterio del bosque se asoma
Y la vida otra vez vuelve flor de tu piel
Bajo un sol de muchacha y aroma

Déjame en lo verde
Celebrar el día
Porque por lo verde
Regreso a la vida
Yo muero para volver
Juntando rocío en la flor del laurel

Si lo verde supiera tu nombre
La ternura no me olvidaría
Porque viene de vos puro y simple el verdor
Como el simple verdor de la vida

Se me ha vuelto cogollo el silencio
De esperarte a la orilla del río
Y me gusta saber que un aroma a laurel
Te llenó de rocío el olvido



Les dejo un extra. Un audio imperdible donde el propio Tejada cuenta cómo fue la génesis de la Zamba del laurel.





Y hay más. Un video que,lamentablemente, no aporta datos de fecha, lugar, personas, nada de nada.
Muestra el proceso de recolección y secado del laurel y está musicalizado con la zamba, interpretada por dos intérpretes clásicos: el Dúo Salteño y Mercedes Sosa.


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